«El problema del mar es especialmente acuciante, porque la basura acaba alimentando a peces que nos alimentan a los humanos». Con esta reflexión arrancan Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL y editora de Magas y Enclave ODS, y Charo Izquierdo, directora de Enclave ODS, un nuevo capítulo del pódcast Arréglate que nos vamos.

Su invitada es Theresa Zabell Lucas (Ipswich, Reino Unido, 22 de mayo de 1965), un referente en dos mundos tan distintos como el deporte y la política. Es dos veces campeona olímpica, tres veces campeona mundial y tres veces campeona de Europa de vela. Entre 1999 y 2004, fue eurodiputada en el Parlamento Europeo por el Partido Popular Europeo.

 

En este encuentro, explica que «el deporte es la mejor escuela para la vida. Aprendes cosas que no aprendes en las aulas, ni del colegio, ni de la universidad, ni de un business school. Cuando practicas deporte de competición en paralelo a tu ciclo formativo, sales con un saber trabajar en equipo y entiendes que un compromiso común es mucho más importante que un compromiso individual. Aprendes la autodisciplina, la autoconfianza y que los resultados llegan gracias a un esfuerzo continuado».

La deportista mira al pasado, con nostalgia: «He ido a tres juegos como directiva: a Pekín 2008, Vancouver 2010 y Londres 2012. Lo vi desde otra óptica, ayudando a los deportistas a que cumplieran sus sueños. Los juegos siempre se ven con muchísima ilusión. Esta competición deportiva, que solo se celebra una vez cada cuatro años, tiene una magia especial. Este año no he podido ir a París, pero sí lo he seguido, con mucha emoción».

Charo recuerda que Theresa ha sido medallista en los campeonatos del mundo en el 92 y el 96, ganó cuatro medallas y tres de oro en el campeonato europeo entre 1991 y 94, y luego ya en el 98 dejó la competición, para ponerse otras medallas. El de eurodiputada por el Partido Popular y vicepresidenta primera del Comité Olímpico Español.

«¿Qué es más complicado, navegar en medio de una tormenta en el mar o navegar una tormenta política?», le pregunta la directora de Enclave ODS. Theresa Zabell lo tiene claro: «Es mucho más complicada una tormenta en el mar. Siempre se piensa que el deporte es todo armonía y valores. Pero hay codazos y puñaladas, aprendes muchas veces a base de golpes. Por ejemplo, mi primera opción para ir a Juegos Olímpicos ocurrió en 1988, en los Juegos de Seúl 88. Ganamos contra una selección y salió publicada una lista de convocados. No estábamos en la lista y no nos dieron ninguna explicación. Le has dado un vuelco de 180 grados para poder acceder a ir a Juegos Olímpicos y de repente… te quedas en casa».

Para entender la historia y carrera, toca remontarse a sus inicios. Nacida de padres ingleses, Theresa y su familia se mudaron a España, después de que sus padres tuvieran un flechazo con el país ibérico. «Nos fuimos en barco a Tenerife y vivimos un año allí. No recuerdo nada de esto porque era un bebé. En Tenerife, las opciones profesionales eran bastante limitadas, de ahí aterrizamos en Málaga. Vivimos en Pedregal, al poco tiempo, nos mudamos a la costa, a Fuengirola, que fue donde me enamoré de la vela. Me fascinaban los barcos con esas velas blancas que no tenían motor y que iban rápido. Se abrió un club náutico cuando yo tenía 11 años. Allí hice un curso y me fui enganchando», cuenta la deportista.

El compromiso de Theresa con el mar es total. Es la creadora de Ecomar, una fundación cuyo lema es «Cuida de los únicos dos sitios de los que no te podrás mudar jamás, tu cuerpo y tu planeta». En este sentido, Theresa Zabell recuerda: «Cuando hablamos de contaminación marina, todo el mundo piensa en plásticos, pero realmente hay muchísimos tipos de contaminación marina».

Añade: «Fui muy consciente desde muy temprano que el mar estaba en una situación incorrecta. Me fijaba en que había cosas flotando que no debían de estar allí. Despertó en mí muchísima curiosidad y empecé a estudiarlo. Cuando vas navegando y tu objetivo es ganar una regata, no puedes pasar por encima de nada que flote, sea un plástico, o sea un alga. Entonces, siempre vas pendiente de la lámina de agua, de lo que está flotando. A lo largo de más de 20 años fue creciendo y llegué a la conclusión de que un día, tendría que hacer algo», afirma.

La deportista es también madre, de Olimpia y Eugenio, también apasionados de la vela y de la naturaleza. «Los dos navegan fenomenal. Tenían la desventaja, ventaja, por otro lado, de criarse en Madrid. Navegar todos los fines de semana es mucho más difícil. Pero han estado muy involucrados desde siempre».

Theresa Zabell concluye con un mensaje poderoso: «Más del 70% del oxígeno que respiramos viene del mar. Entonces, si no cuidamos el mar, no vamos a poder seguir viviendo en este planeta. Aunque solo sea por razones egoístas de los seres humanos, tenemos que aprender a cuidarlo».

Cruz Sánchez de Lara  Charo Izquierdo (El Español)

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