No, no era especialmente hábil.
❌ No sabía nadar bien.
❌ A menudo se olvidaba el chaleco salvavidas.
❌ Incluso se desorientaba fácilmente.
Y sin embargo… nada lo detenía.
Einstein salía al agua buscando algo que no encontraba en tierra: libertad, silencio y claridad.
Hoy, 70 años después de su muerte, esta faceta tan poco conocida de su vida nos deja valiosas lecciones para navegar también nuestras propias tormentas:
🌬️ Buscar espacios de desconexión
En medio del caos, Einstein encontraba paz en el viento. El mar era su refugio para pensar sin ruido.
💫 Aceptar la imperfección
No era buen marinero, pero lo disfrutaba como nadie. No hay que ser experto para vivir con pasión.
🤫 Valorar el silencio
La vela era su forma de meditar. En el silencio del agua, sus ideas encontraban forma.
🌊 Vivir con curiosidad, no con miedo
Cuando le preguntaban si no temía naufragar, él respondía:
“No necesito llegar a ninguna parte. Solo necesito estar en el agua.”
Hoy, su legado no solo nos ilumina desde la física, sino también desde el timón. Seguro que se divertía mucho con la física del viento que podéis ver abajo.
⚓️✨