Theresa Zabell quiere hacer llegar a la gran familia de la vela española sus sentimientos de apoyo en estos momentos duros para Jane Abascal y sus hijas«Conocí a Jane Abascal en el año 1985, fue el entrenador que me acompañó al Campeonato del Mundo de la ISAF que se celebraba en La Rochelle y me pareció todo un lujo. El primer Campeonato del Mundo al que iba con un técnico. 

A los 4 mundiales anteriores había ido gracias a la ayuda de mi gente y el apoyo de mi club, gracias a los cuales empecé a despuntar, pero con la asistencia de Jane, su experiencia y sus consejos Conseguimos ganar el primer Mundial femenino de la historia de la vela española. 
A partir de ese momento me animó a dar el salto a la recién incorporada clase olímpica 470 femenino y, el resto es historia. Por lo menos la parte deportiva. 
En cuanto a la relación personal, ha sido mucho más importante para mí que los resultados deportivos. Descubrí a un gran hombre y, como todos los grandes hombres, tenía a su lado a una gran mujer, Marigel. Forjamos una relación de amistad de las que verdaderamente valen la pena. 
Estos últimos años no han sido fáciles para Jane y Marigel y han sido un gran ejemplo de unión y de lucha contra la adversidad. 
Para Jane solo puedo tener palabras de reconocimiento y de agradecimiento por todo lo que me ha aportado y, aunque humildemente no me considere nadie para hacerlo, a nuestro querido deporte también. 
Ahora que Marigel descansa en paz, a todos nosotros nos toca devolverle a Jane un poquito de lo mucho que el nos ha dado y estar a su lado. No podemos fallar.
Con todo mi cariño para Lucía, Ana y Jane Abascal».
Theresa Zabel Lucas