Igual que tenemos El Prado para deleitarnos con los maestros de la pintura, ¿por qué no un espacio que sirva para mostrar los éxitos de España como potencia del deporte?«. La preguntan la lanzan Vicente del Bosque y Pepu Hernández, los arquitectos de los Mundiales de fútbol y baloncesto, Mercedes Coghen, oro olímpico en hockey hierba en Barcelona 1992 y Theresa Zabell, doble campeona olímpica de vela. Y es que estos notables, entre otros, impulsan una iniciativa que tiene como objetivo encontrar una sede fija, y a ser posible en Madrid para completar así la oferta museística de la ciudad, que acoja el Museo del Deporte. Una colección de más de 800 piezas que desde 2015 ha rodado por España en más de treinta exposiciones, pero que ahora acumula sus objetos en una nave industrial de Coslada.
Entre la relación de recuerdos, una raqueta de Rafa Nadal y la camiseta con la que ganó Roland Garros 2008 para alzarse como número uno, antorchas olímpicas, los ocho dorsales en Juegos de Chuso García Bragado, camisetas de mitos como Maradona, Pelé, Messi, Raúl, Puyol, Xavi… O el balón Tango del 12-1 a Malta que se llevó Poli Rincón tras sus cuatro goles. Joyas como la ‘segunda piel’ de Usain Bolt en Londres 2012.
«Lo bueno de este museo es que está vivo, siempre estamos incorporando cosas», relata Alfonso Noáin, director y cofundador, que explica que lo último que les ha llegado es un recuerdo del gran Mariano Haro, uno de los pioneros del atletismo.
«Esta iniciativa surgió al calor de la candidatura olímpica de Madrid para los Juegos del 2016, que lideraba Mercedes Coghen y el ya fallecido Miguel de la Villa fue uno de sus grandes empujes. En principio, se pensó hasta en el frontón Beti-Jai (una joya arquitectónica ahora recuperada) para instalarlo. Pero vino la decepción de Copenhague (Madrid perdió frente a Río), la crisis económica…. Todo quedó en cajas hasta que en 2015 nos juntamos doce personas con ánimo de recuperarlo y de que los aficionados lo pudiesen disfrutar con el apoyo de las instituciones locales», desgrana Noáin.
Ahora, las leyendas del deporte español piden un empujón a alguna administración regional o nacional para lograr un local permanente que sirva para preservar su legado.