El mundo de la empresa ha cambiando. Ya no basta solo con ganar dinero. Como indica Theresa Zabell, presidenta de ECOMAR, «ahora también importa cómo la empresa gana dinero y qué hace con él”. Así lo ha señalado durante el coloquio sobre Responsabilidad Social Corporativa, en el que ha participado también Pierre Fabre, la fundación A LA PAR y ECOMAR, y la ONG Harambee.

Con el lema «Cada vez que cuidamos de una sola persona, hacemos que el mundo sea mejor», durante el coloquio se han abordado cuestiones como los retos y últimos pasos de la RSC fuera y dentro de España. El impacto que tienen los proyectos solidarios van más allá de los actores principales de la iniciativa. Como señala Ramón Pardo de Santayana, vicepresidente de Harambee, «nunca conseguiremos el objetivo total, pero cuando ayudamos a las personas, dicha acción tiene efecto en otras que comprueban cómo las cosas pueden cambiar». «Todos nos tenemos que dar la mano, independientemente de dónde trabajemos», añade Almudena Martorell, presidenta en Fundación A LA PAR.

A esta contaminación positiva, que hace que la más pequeña aportación se multiplique, se suma, según Nicolás Zombré, director general de Pierre Fabre Dermocosmética en España, la importancia de trabajar en una empresa «donde podemos ser trabajadores y a la vez hacer que el mundo sea mejor». «En Pierre Fabre los colaboradores están muy implicados con todos los proyectos y con la empresa; hay un sentimiento de pertenencia muy fuerte».

Dentro de este compromiso con la sociedad y con el medio ambiente, la compañía francesa se siente orgullosa dentro de su «green mision», de la «green impact index», una herramienta que explica los impactos sociales y medioambientales de sus productos.

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