INFINITIValencia, ciudad de Copa América, nos recibió con los brazos abiertos en su Real Club Náutico para que les presentáramos por séptima vez la Premiere de la película «Cuando todo está perdido». La ciudad del Turia ha cambiado mucho. Quizás la vela ha influido en esa revolución que la ha producido dar la cara al mar. Dos Copas América y alguna que otra regatas de mucha importancia, la han sacado de ese ostracismo en el que estaba. Con la Ciudad de las Ciencias y las Artes capitaneando el aspecto cultural, Valencia es una ciudad que merece la pena visitar.

El Real Club Náutico, que preside Manolo Pons, ha crecido inimaginablemente. Base de los equipos de Copa América, «Oracle», «Alinghi» y «Prada», el Náutico terminó de colocarse en el mundo. Ya había acudido dos veces como club desafiante de los proyectos españoles de Copa América, «Rioja de España» y «Bravo España», lo que le encumbró entre los clubes más importantes del mundo.

Los socios del Náutico respondieron e hicieron la Premiere benéfica en una causa suya. No en vano comparten território con la Cruz Roja del Mar y con la Guadia Civil. Manolo Pons se volcó con la Fundación Ecomar poniendo toda su «artillería» a nuestra disposición. Desde Pedro Quiroga, director deportivo del club, hasta el último marinero colaboraron en la difusión del evento.

No faltó nadie al cine. Voluntarios de la Cruz Roja con su presidente provincial, Antonio Arlandis, a la cabeza, mucha Guardia Civil de Mar, integrantes del equipo paralímpico con Paco Llobet en cabeza, la campeona de España de Láser, los niños del Optimist, regatistas de crucero… mucha gente. Cuando llegamos a las salas del ABC Park nos dijeron que nos iban a cambiar la sala que nos habían otorgado por problemas técnicos. Era una sala para 480 espectadores y habíamos acabado con todas las entradas. Me entró el tembleque por si nos adjudicaban una sala más pequeña y teníamos que dejar gente fuera como ya pasó en Cartagena. Nos alivió el recibir la noticia de que el nuevo aforo era de 560, 80 más que el anterior. Respiramos. Menos mal de ese último cambio, porque la nueva sala se llenó.

A la salida del cine repartimos lotes de cremas Avene, como ya veníamos haciendo por todo este periplo cineasta. Nuestros casi 600 amigos se iban encantados: la película había sido muy buena, habían colaborado en una causa muy noble, habían pasado un rato con los amigos y, además, se llevaban a casa una crema vanguardista de gran calidad, de esas que está expuestas en los lugares más exclusivos de El Corte Inglés.

De vuelta a Madrid en nuestro Infiniti comentábamos lo bien que habíamos llevado los viajes por toda España. Al echar gasolina, nos dimos cuenta que el Infiniti no gastaba casi combustible. Hicimos Madrid-Cartagena y Cartagena-Valencia con un sólo depósito, lo que no nos salía ni los 9 litros a los 100 kilómetros. Además, nos encontramos muy seguras al ver como el coche aguantaba las inclemencias del tiempo sin ningún problema. Eso se llama viaja con confort. Mañana lunes nos marchamos a Málaga, última etapa de la Premiere de «Cuando todo está perdido» antes de su estreno el 14 de febrero.

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